No existe de manera oficial una lista de enfermedades para incapacidad permanente, pero sí hay una serie de patologías que frecuentemente son reconocidas como causantes de una incapacidad laboral en diferentes grados. Sin embargo, es importante tener en cuenta que la incapacidad no se reconoce por la enfermedad en sí misma, sino por cómo limita a un trabajador. Una misma enfermedad puede ser incapacitante para una persona pero no para otra, o puede desencadenar un grado diferente de invalidez en distintos pensionistas. En este artículo, exploraremos algunas de las dolencias que se enmarcan en diferentes especialidades médicas y que pueden dar lugar a una incapacidad permanente.
La pensión de incapacidad permanente ha sufrido cambios significativos en 2023. A partir de enero, los pensionistas verán un aumento en las cuantías que reciben. Este histórico incremento del 8,5% se incluyó en los nuevos Presupuestos Generales del Estado, con el objetivo de combatir la tasa de inflación en España y evitar la pérdida de poder adquisitivo debido a los altos precios de productos básicos como alimentos, gasolina y electricidad. El verano pasado, la inflación alcanzó un máximo histórico del 10,4%, siendo la primera vez en 30 años que superó las dos cifras. Sin embargo, en diciembre se moderó por debajo del 6%.
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La prestación económica por incapacidad temporal tiene como finalidad cubrir la pérdida de ingresos que experimenta un trabajador al ver disminuida o eliminada su capacidad laboral debido a una enfermedad o accidente.
Después de recibir el tratamiento médico correspondiente, un trabajador puede encontrarse en situación de incapacidad permanente si sufre reducciones graves, tanto anatómicas como funcionales, que disminuyen o anulan su capacidad laboral de forma previsible y definitiva. Esta protección forma parte de nuestro sistema de Seguridad Social y tiene como objetivo cubrir la pérdida de ingresos que sufre el trabajador debido a su incapacidad para realizar cualquier actividad laboral con un mínimo de profesionalidad, eficacia y rendimiento, ya sea como resultado de una enfermedad común o profesional, o lesiones causadas por accidentes laborales o no laborales.
La Seguridad Social no cuenta con una lista de enfermedades para incapacidad permanente que causen incapacidad, ya que la determinación de la misma depende de diversos factores como la gravedad de la patología, su cronicidad y las limitaciones que genere para poder trabajar. No se puede establecer de forma definitiva que una enfermedad en particular provoque o no una incapacidad permanente, ya que esto debe ser evaluado en cada caso de manera individual. Por tanto, la valoración de la incapacidad permanente dependerá de la valoración médica y de los informes y pruebas realizadas para determinar si la persona afectada cumple con los requisitos necesarios para acceder a una pensión de este tipo.
Existen cuatro grados de incapacidad permanente en España, los cuales se determinan en función de la capacidad del trabajador para desempeñar su profesión habitual o cualquier otra actividad laboral:
Para optar a una pensión por incapacidad permanente, se establecen diversos requisitos que los solicitantes deben cumplir. Entre ellos, se encuentra la edad (entre 18 y 65 años), haber residido en España durante al menos cinco años (dos de ellos consecutivos), presentar un grado de discapacidad igual o superior al 65% y no superar los límites de ingresos anuales establecidos.
La incapacidad permanente puede estar relacionada con enfermedades que impiden la realización de ciertas actividades laborales. Sin embargo, la cuantía de la pensión varía según el grado de incapacidad permanente y los requisitos establecidos para cada caso en particular.
Es necesario tener en cuenta que no existe una lista de enfermedades para incapacidad permanente oficial, nosotros creamos la nuestra recopilando enfermedades por las que existen sentencias reconociendo incapacidades permanentes:
Es posible acceder dos tipos de pagas distintas. En caso de que incapacidad permanente sea resultado de una enfermedad común o un accidente fuera del trabajo, se recibirán 14 pagas. Por otro lado, si la incapacidad permanente es consecuencia de una enfermedad o accidente laboral, se abonan 12 pagas con extras.
Es importante señalar que si la incapacidad se produce en el ámbito laboral y se demuestra la responsabilidad jurídica de la empresa, la prestación económica puede aumentar hasta un 50% según la gravedad de la conducta por la que la empresa se responsabilice.
Para solicitar la pensión por incapacidad, el solicitante deberá rellenar y presentar el modelo de solicitud junto con la documentación requerida para iniciar el proceso de tramitación. Es necesario tener en cuenta que no existe una lista de enfermedades para incapacidad permanente oficial, nosotros creamos la nuestra recopilando enfermedades por las que existen sentencias reconociendo incapacidades permanentes.
Es importante tener en cuenta que no existe una lista de enfermedades para incapacidad permanente oficial por parte de la Seguridad Social, nosotros creamos la nuestra recopilando enfermedades por las que existen sentencias reconociendo incapacidades permanentes:
Acondroplasia | Acromatopsia | Agorafobia |
Albinismo | Alcoholismo | Alzheimer |
Aneurisma | Aniridia | Arterioesclerosis |
Artritis Psoriásica | Artritis Reumatoide | Artrosis |
Artrosis cervical | Ataxia | Cardiopatía Isquémica |
Cardiopatías | Colitis ulcerosa | Condromalacia Rotuliana |
Cáncer | Demencia | Demencia senil |
Depresión | Desprendimiento de la retina | Diabetes |
Distimia | Distrofia de conos y bastones | ELA |
Enfermedad de Behçet | Enfermedad de Crohn | Enfermedad de Crohn y Colitis ulcerosa |
Enfermedad de Paget | Enfermedad de Pompe | Enfermedad de Raynaud |
Enfermedad pulmonar | Enfermedades hepáticas | Enfermedades renales |
Epilepsia | EPOC | Esclerosis Múltiple |
Esclerosis sistémica | Escoliosis | Espondilitis anquilosante |
Espondilosis degenerativa | Esquizofrenia | Estenosis foraminal |
Fibrilación auricular | Fibromialgia | Fibrosis pulmonar |
Fibrosis quística | Glaucoma | Hernia discal |
Hipertensión pulmonar | Hipoacusia | Ictus |
Infarto agudo de miocardio | Insuficiencia renal crónica | Isquemia arterial crónica |
Lesión medular | Ludopatía | Lumbalgia |
Lumbalgia crónica | Lupus | Maculopatía |
Migrañas | Miopía Magna | Narcolepsia |
Neuropatía | Neuropatía cubital | Obesidad mórbida |
Pancreatitis | Parkinson | Parálisis cerebral |
Patologías de pies y manos | Polio | Postpolio |
Prosopagnosia | Párkinson | Pérdida de visión |
Radiculopatía Lumbar | Retinopatía diabética | Retinosis pigmentaria |
Rizartrosis | Siringomielia y Arnold Chiari | Stargardt |
Síndrome de Asperger | Síndrome de Brugada | Síndrome de Capgras |
Síndrome de Goldmann-Favré | Síndrome de Marfan | Síndrome de Meniere |
Síndrome de Raynaud | Síndrome de Sjögren | Síndrome de Sjögren |
Síndrome de Südeck | Síndrome de Takotsubo | Síndrome de Tourette |
Síndrome del túnel carpiano | Síndrome subacromial | Trasplante de riñón |
Trastorno Adaptativo Mixto | Trastorno bipolar | Trastorno de ansiedad |
Trastorno de estrés postraumático |
Es posible que en algún momento te hayas preguntado qué enfermedades pueden ser consideradas para la obtención de un certificado de discapacidad. Aunque muchas patologías pueden ser merecedoras de un grado del 33%, no existe una lista de enfermedades para incapacidad permanente que las agrupe, ya que el grado de discapacidad no depende del diagnóstico, sino del impacto que las secuelas de la enfermedad tengan en la vida diaria del paciente.
Es importante tener en cuenta que si se tiene reconocida una discapacidad del 33%, se pueden acceder a diversas ventajas económicas, laborales, fiscales y sociales, tales como deducciones sobre la cuota autonómica en el IRPF (dependiendo de la normativa establecida en cada Comunidad Autónoma), ayudas para la adaptación de viviendas y vehículos y reducciones o exenciones de tasas e impuestos.
Los requisitos de cotización varían según el grado de incapacidad, así como también dependen de la contingencia y la edad del trabajador. En cualquier caso, si la invalidez es consecuencia de un accidente de trabajo o una enfermedad profesional, no se requiere una cotización previa.
Las enfermedades crónicas son consideradas como permanentes, ya que sus síntomas o secuelas no desaparecen completamente con el tiempo o los tratamientos y pueden llegar a ser incapacitantes.
Los beneficiarios de una incapacidad absoluta tienen reconocido un grado de discapacidad del 33%, pero este reconocimiento solo se aplica en relación con los efectos derivados de la Ley 51/2003, que establece medidas de igualdad de oportunidades, no discriminación y accesibilidad universal para las personas con discapacidad.
Dentro de las patologías contempladas en la lista de enfermedades para incapacidad permanente, se encuentran diversas condiciones de distinta naturaleza. Entre ellas, destacan las enfermedades pulmonares como la EPOC, que tienen una alta prevalencia en la actualidad y han sido reconocidas por los tribunales en numerosas sentencias. Es importante recordar que si sufres alguna enfermedad respiratoria crónica, como el enfisema o la bronquitis crónica, podrías tener derecho a una pensión por incapacidad laboral.