En este artículo te explicamos qué es el delito de suplantación de identidad, cuáles son las formas más habituales y cómo actuar si alguien se ha hecho pasar por ti. Lamentablemente, esta práctica se ha vuelto frecuente en internet, con el auge de las nuevas tecnologías y las redes sociales.
Contenidos:
La suplantación de identidad es un acto consistente en hacerse pasar por otra persona, con la finalidad de realizar algún acto delictivo como fraudes, acoso, obtener datos o información secreta… La finalidad es conseguir un beneficio al que no se tiene derecho.
Es una actividad tipificada por el Código Penal, que se puede manifestar de varias maneras:
Obtiene su base en el artículo 401 del Código Penal, el cual regula la usurpación de estado civil, al que se suma la usurpación de la identidad.
El estado civil de cada persona está compuesto por:
Su marco legal para su penalización se compone por:
Hay que destacar que no todos los casos de suplantación de identidad son considerados como delito. Depende de cada caso y sus características:
El delito es de mera actividad, no es necesario que se consiga ningún resultado. Debe tener cierta duración, y también ser trascendente. Debe tener intención de beneficiarse de algún modo, o causar daño hacia la víctima. La alteración de la verdad debe ser realizada de manera consciente. La persona usurpada debe ser una persona real, aunque haya fallecido. El delincuente debe poder hacer algo que sólo la persona usurpada puede hacer.
Para conocer la pena por este delito, debemos tener en cuenta la gravedad de los hechos a través de distintos factores:
Con estos factores, el juez podrá valorar el grado de responsabilidad que el delincuente posee. Dependiendo del delito aparejado a este que haya cometido, la pena será distinta:
Es frecuente utilizar los términos suplantación de identidad y usurpación de identidad como sinónimos. No obstante, según el Tribunal Supremo en su Sentencia de 14 de Octubre de 2011 (STS 1045/2011), el delito se perfecciona con la realización de la actividad usurpadora, y cesa cuando concluye la implantación.
La diferencia entre suplantación y usurpación de identidad se encuentra en que la suplantación consiste en apropiarse de los derechos de un perfil que pertenece a una tercera persona, mientras que la usurpación incluye, además de dicha apropiación, el uso de los datos para realizar actos jurídicos en su nombre.
Este delito puede darse en canales distintos, aunque lo más normal es que se realice en Internet. Veamos cuáles son los casos más habituales.
Puede realizarse de muchas formas, y los delincuentes pueden tener intenciones muy variadas. Actos como el phising (webs falsas que simulan ser auténticas para robar datos) son muy frecuentes.
Es un método muy utilizado, usado por estafadores para cometer distintos delitos, como infectar nuestro equipo con malware y pedir dinero para parar, interceptar nuestros datos y solicitar un rescate para no compartirlos, o conseguir información bancaria para realizar compras. También pueden hacerse con nuestras cuentas de Gmail, iCloud u Outlook para actuar en nuestro nombre.
Se ha vuelto frecuente recibir correos electrónicos de (lo que parece ser) empresas o entidades, solicitando nuestra información o llevándonos a páginas webs falsas que simulan ser las verdaderas. Empresas de servicios básicos como el gas, la electricidad o el agua son las más comunes.
Las casas de apuestas no se libran de este problema. Alrededor de ellas, existe un mercado negro de compraventa de cuentas verificadas (es necesario tener una cuenta con datos personales verificados para poder apostar, requisito que tiene su motivo en evitar los límites de cuentas, asegurar la mayoría de edad de los usuarios, evitar las apuestas ilegales, evitar el blanqueo de dinero o no permitir que ludópatas jueguen).
Las redes sociales son los lugares más frecuentes donde se produce este delito, debido a que obtener la información personal de los usuarios suele ser relativamente fácil, así como también es fácil crearse una cuenta falsa.
Puede realizarse de dos formas:
En Facebook es recomendable tener activada la autenticación en dos pasos, para aumentar la seguridad de nuestra cuenta. Puedes obtener ayuda de Facebook ante cuentas robadas y suplantación de identidad en este enlace.
La suplantación de cuentas de Twitter puede ser realizada a través de web scraping, recibimos un correo electrónico o Mensaje Directo en la red social desde lo que parece ser una cuenta oficial, informándonos de algún problema y solicitándonos iniciar sesión en una web que parece ser Twitter, pero no lo es.
Si iniciamos sesión, habremos dado al hacker acceso total a nuestros datos.
En caso de no poder recuperar el acceso a tu cuenta, debes denunciar tanto a la plataforma como a las autoridades pertinentes.
También pueden crearse cuentas falsas con nuestros datos, suplantando nuestra identidad.
Puedes denunciar estos casos en Twitter aquí.
En la actualidad, Instagram goza de una gran popularidad y actividad por parte de sus usuarios. Aunque lo habitual es que la usurpación se de en cuentas de famosos o personas populares, la realidad es que nadie está a salvo. Puede darse de varias formas:
Esto puede suponer problemas como la comisión de delitos a nuestro nombre. Instagram es una red social muy asociada a la imagen, por lo que puede suponer de por sí un delito al afectar al Derecho que posee cada persona a su propia imagen, imágenes que son utilizadas por terceros sin consentimiento.
Para denunciar suplantación de identidad en Instagram, puedes hacerlo desde este enlace. También puedes denunciar hackeos de cuentas en este otro enlace. Además de denunciar en la plataforma, es recomendable presentar una denuncia ante las autoridades pertinentes.
La red social de los vídeos cortos tampoco está exenta de los peligros de este delito. En TikTok también existe el peligro de que nos hackeen la cuenta, o se hagan un perfil falso con nuestros datos personales. Para denunciar la suplantación de identidad en TikTok debemos utilizar este enlace, y para reportar el hackeo de nuestra cuenta podemos hacerlo desde este otro.
WhatsApp tampoco se libra de este peligro, pues los ciberdelincuentes pueden secuestrar las cuentas de los usuarios y pedir dinero para devolverla. WhatsApp es una red quizá más sensible que el resto, pues en ella solemos almacenar conversaciones que pueden ser muy personales y contener secretos que no queremos revelar.
Los cibercriminales también pueden hablar en nuestro nombre con nuestros contactos, e incluso realizar negocios jurídicos. Para saber más sobre la usurpación de identidad en WhatsApp, puedes utilizar el siguiente enlace.
En ocasiones, perdemos nuestra cartera (o nos la sustraen), y la información recogida en el DNI es accedida por terceros que puede traer consecuencias muy desastrosas. También es frecuente compartir una copia del DNI en Internet, por lo que estamos ante el peligro de que los ciberdelincuentes se hagan con nuestra información.
Con el DNI, los suplantadores pueden contratar servicios e incluso contraer deudas a nombre de la víctima. Ante esta situación, lo primero que se debe hacer es denunciar la pérdida del DNI.
Falsificar la firma de otra persona se considera dentro del delito de falsedad documental. Supone un acto delictivo cuando se actúe con la intención de conseguir un rédito económico o causar efectos negativos en la persona usurpada.
Con Internet y las nuevas tecnologías, se ha vuelto frecuente utilizar nuestra tarjeta de débito o crédito en la red, así como utilizar aplicaciones bancarias para consultar nuestro estado desde el Smartphone. Las técnicas para realizar usurpación de identidad en el banco son variadas:
La usurpación por medios telefónicos es muy común, ya que para contratar servicios con las empresas de telecomunicaciones suelen ser necesarios pocos datos personales: Nombre completo, DNI, dirección y número de cuenta. Es por ello que el delito de suplantación de identidad por teléfono sea tan frecuente.
También puede darse el caso de que usurpen nuestra identidad a través de la SIM, solicitando un duplicado del mismo. A nuestro número de teléfono están vinculados varios servicios, como nuestros perfiles sociales, así que si un ciberdelincuente consigue tener nuestro número de teléfono en sus manos no sólo puede dejarnos sin acceso al mismo, sino que también puede acceder a nuestras redes sociales. Por ello se recomienda siempre activar la verificación en dos pasos en todas las redes que lo permitan (que son la gran mayoría).
Casi todas las compañías de telefonía se ven afectadas: Movistar, Orange, Jazztel, Vodafone, Yoigo, Másmóvil, Pepephone… Suelen tener formularios para poder reclamar ante este tipo de casos, aunque también podemos llamar a su número de atención al cliente y denunciar esta situación. Además, es recomendable presentar una denuncia ante las autoridades pertinentes, tanto a la Guardia Civil como a Consumo, o incluso a la Agencia Española de Protección de Datos.
Te damos varios consejos y medidas que puedes tomar para reducir el riesgo de sufrir este delito:
Si crees que estás sufriendo el delito de suplantación de identidad, el primer paso es denunciarlo ante la Guardia Civil o la Policía Nacional. Puedes realizar una denuncia Online en la policía de España a través de este enlace.
Si el acto se ha realizado en redes sociales o en cualquier otra plataforma de internet, también debes notificar y denunciarlo a través de los medios de dicha plataforma.
Si se ha producido un robo de datos bancarios, debes hablar con tu banco para que se proceda al bloqueo de tu cuenta o de tus tarjetas, y ponerlo en su conocimiento. Si la usurpación es telefónica, deberás hablar con tu proveedor para comunicarles lo sucedido.
Trata de recopilar todas las pruebas que puedas para probar esta actividad, tales como capturas de pantalla o testigos directos de los actos.
Mientras que a través de la vía penal se puede conseguir el castigo del delincuente, a través de la vía civil se puede solicitar una indemnización por los daños ocasionados a la víctima. La cuantía varía en función de distintos factores, cuyo factor principal es el daño ocasionado.
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