La cuestión de si es legal tener un suricato como mascota es un tema de interés creciente en el ámbito de la tenencia de animales exóticos. En este artículo, exploraremos detenidamente la legalidad de mantener un suricato como mascota en diferentes regiones del mundo, centrándonos en las regulaciones y restricciones que rigen esta práctica.
Analizaremos las consideraciones legales y éticas involucradas en la adquisición y cuidado de estos pequeños mamíferos, destacando los aspectos más relevantes que cualquier persona interesada en tener un suricato como compañero debe tener en cuenta. A lo largo de esta exposición, se proporcionará una visión general completa de las implicaciones legales relacionadas con la posesión de suricatos como mascotas.
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Aunque la Suricata suricatta es originaria de una zona específica en el sur de África, habitando los ardientes desiertos de Namib y Kalahari, ha logrado capturar la imaginación popular a través de la animación. Su adorable postura, erguida sobre las patas traseras mientras escudriña el horizonte, la presenta como una criatura encantadora y amigable. Sin embargo, es fundamental no perder de vista su esencia: es un carnívoro de la naturaleza salvaje y altamente territorial.
A primera vista, este pequeño y entrañable animal, con aproximadamente 30 centímetros de altura y un peso de alrededor de 700 gramos, podría parecer una elección ideal como mascota. Pero la realidad es más compleja. En primer lugar, las suricatas son criaturas sumamente sociales y necesitan vivir en grupos. Si se decide criarlas en solitario, pueden sufrir de depresión, volverse agresivas y, en última instancia, autolesionarse.
En una entrevista con el veterinario Javier Fernández, se abordan tres problemas clave relacionados con la tenencia de suricatos como mascotas en cautiverio. Estos desafíos se refieren a la alimentación, la agresividad y la sociabilidad de estos animales.
Fernández destaca que los suricatos son animales carnívoros que se alimentan principalmente de insectos. En cautiverio, proporcionarles una dieta similar a la que tendrían en libertad es fundamental, ya que darles alimentos procesados como el pienso puede afectar negativamente su bienestar mental debido a que pasan la mayor parte de su tiempo buscando alimento de forma natural.
Otro problema se relaciona con la sociabilidad de los suricatos, ya que son animales muy sociales que adoptan roles específicos desde su nacimiento, lo que puede generar conflictos y agresividad, especialmente si se crían en solitario.
Finalmente, se menciona que las hembras, y en menor medida los machos, pueden volverse agresivas en la pubertad, incluso después de la castración. Esto plantea desafíos adicionales para quienes intentan criar suricatos como mascotas.
En resumen, el veterinario Javier Fernández desaconseja encarecidamente tener suricatos como animales de compañía debido a estos problemas, aunque continúa brindando orientación para mejorar la calidad de vida de estos animales cuando los tutores los llevan a su hospital.
Es esencial destacar que en España, la tenencia de suricatos como mascotas no es legal. Los suricatos son animales exóticos que no pertenecen a la fauna autóctona, lo que implica que no están habilitados para ser criados ni comercializados como animales domésticos.
Además, con su inclusión en el catálogo de especies invasoras, se requerirá la identificación obligatoria de los suricatos. Esto implica que quienes convivan con uno o más de estos animales deberán informar de su presencia. Después de un período de gracia, la falta de registro se considerará una actividad ilegal. Además, se prohibirá la venta y reproducción de suricatos no registrados.
En España, la posesión de animales exóticos como mascotas está rigurosamente regulada por dos leyes: la Ley 31/2003 de Conservación de la Fauna Silvestre en los Parques Zoológicos y la Ley 8/2003 de Sanidad Animal. Ambas legislaciones establecen que la tenencia de animales exóticos solo está permitida en circunstancias excepcionales, como en instituciones de investigación, refugios de animales o asociaciones dedicadas a la protección de especies.
En el caso de decidir adquirir un suricato de manera ilegal en España, es crucial tener en consideración que su precio puede variar dependiendo del lugar de compra y la edad del animal.
En el mercado negro, el costo de un suricato puede fluctuar entre 400 y 1000 euros, influenciado por factores como su edad y tamaño. No obstante, es importante subrayar que la compra ilegal de animales exóticos es una práctica peligrosa que puede acarrear graves consecuencias tanto para el bienestar del animal como para la persona que lo adquiere.
Además del gasto inicial de compra, es esencial recordar que mantener un suricato como mascota implica otros gastos, tales como alimentación, alojamiento y cuidados veterinarios. En términos generales, el cuidado de un animal exótico conlleva costos significativos debido a sus necesidades especiales de atención y una dieta específica.
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