Existen ciertas desventajas de pedir asilo político en España.
En el caso de que tu solicitud de asilo político sea aprobada en España, obtendrás el estatus de refugiado, permitiéndote residir legalmente en el país. Además, tendrás derecho a trabajar, acceder a servicios de salud y educación, así como disfrutar de otras prestaciones sociales.
Es crucial destacar que el asilo político se concede a personas que han demostrado enfrentar persecución en su país de origen debido a motivos como raza, religión, nacionalidad, pertenencia a un grupo social específico u opiniones políticas. Con el asilo, quedas protegido contra la repatriación a tu país de origen y tienes la oportunidad de construir una nueva vida en España.
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De acuerdo con las estadísticas del Ministerio del Interior, en el año 2022 se registraron 88.762 solicitudes de asilo en España, pero únicamente se concedieron 5.896, representando el 6,6% del total. Esto indica que la mayoría de las solicitudes fueron rechazadas o quedaron sin resolver.
Los motivos de denegación pueden variar, pero en general se atribuyen a la falta de cumplimiento de los requisitos establecidos por la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados o a la consideración de que el caso no es lo suficientemente grave o urgente.
El proceso para obtener el asilo puede ser prolongado y complejo, generando incertidumbre e inseguridad jurídica para el solicitante. El derecho de asilo se otorga a aquellos que logran demostrar que son perseguidos por motivos como raza, religión, nacionalidad, opiniones políticas, pertenencia a un grupo social, género u orientación sexual.
La prueba de estas persecuciones debe ser clara y contundente, y el solicitante debe mostrar evidencia sólida al presentar su solicitud de asilo político. La inseguridad o extorsiones económicas, por ejemplo, no son consideradas razones suficientes para solicitar asilo.
Es fundamental destacar que la situación general del país no constituye un motivo suficiente para obtener asilo, y es responsabilidad del solicitante demostrar de manera clara y contundente la amenaza o persecución por los motivos mencionados. No basta con demostrar que la situación en el país es adversa, como erróneamente creen algunos solicitantes.
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En el día de la cita, deberás presentar los siguientes documentos:
Es importante destacar que, como parte del procedimiento, todos los documentos extranjeros deben ser traducidos al español y contar con la debida legalización.
Debido a esto, los ciudadanos extranjeros que se encuentren en territorio español y busquen obtener la residencia en el país se verán obligados a aguardar un período adicional de 2 años para regularizar su situación. Este procedimiento se llevará a cabo a través del proceso conocido como arraigo.
En otras palabras, podrán permanecer en el país durante los 12 meses permitidos por la tarjeta roja, pero dado que la protección internacional suele ser denegada, deberán subsistir 2 años adicionales en condición de ciudadanos ilegales hasta que su situación se resuelva.
Por otro lado, surge otra desventaja relacionada con la extensión del plazo de solicitud. Todas las solicitudes de asilo son canalizadas a una única oficina encargada de evaluar cuáles casos merecen la condición de refugiados. Países con conflictos armados significativos, reconocidos durante largo tiempo, como Siria, Afganistán o Ucrania, concentran la mayoría de las decisiones favorables, con aproximadamente 15,000 solicitudes de asilo anuales, de las cuales en 2018 menos del 20% fueron aprobadas.
La probabilidad de obtener una cita para este proceso a 8 o 9 meses en el futuro es alta, lo cual complica la capacidad del solicitante para trabajar en el país. Esta demora se debe principalmente al elevado volumen de solicitudes existentes.
Lo que podría considerarse un beneficio también puede transformarse en una desventaja: la tardanza en la resolución. La decisión puede llegar en cualquier momento, y en caso de ser denegatoria, el extranjero solicitante se encuentra sin documentos de manera inmediata, perjudicando claramente sus actividades diarias, como el trabajo o la vida familiar.
Después de presentar la solicitud de asilo, al solicitante se le prohíbe abandonar España sin la autorización previa del Ministerio del Interior. En caso de hacerlo, corre el riesgo de perder el derecho a continuar con el proceso y enfrentar la posibilidad de ser repatriado a su país de origen. Esta restricción implica una limitación significativa a la libertad de movimiento y dificulta el mantenimiento del contacto con familiares y amigos que residen en otros países.
Además, incluso si el solicitante logra obtener el asilo político, no se le permite viajar libremente a su país de origen, ya que esto podría poner en peligro su propia seguridad y la de sus familiares. Asimismo, queda vedado viajar a otras naciones que no reconozcan el asilo político o que tengan acuerdos de readmisión con el país de origen del solicitante.
Al solicitar asilo, se tiene la obligación de permanecer en España y se procede a entregar el pasaporte.
En el instante de presentar la solicitud de asilo, el solicitante debe ceder su pasaporte a la autoridad competente, lo que implica la imposibilidad de viajar al país de origen o desplazarse con facilidad.
Además, el Estado español informa al país de origen, sin revelar la razón de la solicitud, sobre los datos del ciudadano que está llevando a cabo estos procedimientos. En el caso de que la solicitud de asilo sea finalmente denegada, existe el riesgo de enfrentar una situación de indefensión al regresar, al ser retornado al país de origen.
El proceso de adaptación a una nueva sociedad y cultura constituye otro desafío para el solicitante de asilo, y puede ser tanto difícil como conflictivo. Este individuo se ve obligado a aprender el idioma español, familiarizarse con las normas y costumbres locales, respetar los valores democráticos y los derechos humanos, así como convivir con personas de diversos orígenes y creencias.
Este conjunto de ajustes representa un reto y requiere un esfuerzo considerable, lo cual puede generar estrés, frustración o incluso rechazo. Además, el solicitante puede experimentar situaciones de aislamiento, marginación o exclusión social, originadas por la falta de redes de apoyo, la limitada participación ciudadana o la hostilidad de algunos sectores de la población.
El proceso de adaptación a un nuevo país puede ser desafiante, especialmente en lo que respecta a las barreras lingüísticas y culturales. Los solicitantes de asilo pueden encontrarse con obstáculos para la comunicación y experimentar dificultades en su integración en la sociedad española.
A pesar de que España se caracteriza por ser acogedora con los solicitantes de asilo político, se han registrado casos de discriminación y prejuicios hacia los refugiados. Estas actitudes pueden complicar el proceso de integración y generar tensiones en la sociedad.
A pesar de que el solicitante de asilo tiene el derecho a trabajar en España tras seis meses desde la presentación de su solicitud, en la práctica se enfrenta a diversas barreras para encontrar empleo.
Estas barreras incluyen la falta de reconocimiento de sus títulos académicos o profesionales, la escasez de ofertas laborales que se ajusten a su perfil, la discriminación basada en motivos como el origen, idioma o religión, así como la competencia con otros grupos vulnerables como inmigrantes irregulares o personas desempleadas a largo plazo.
Estas dificultades complican la inserción laboral y la independencia económica del solicitante de asilo, quien suele depender en gran medida de la asistencia pública o el respaldo de organizaciones no gubernamentales.
No todo iban a ser malas noticias. Existen Desventajas de pedir asilo político en España, pero también muchas otras ventajas. Aquí te las comentamos:
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