Un trabajador autónomo (al igual que un trabajador por cuenta propia) es aquella persona que trabaja de manera independiente, con plena autonomía en el desarrollo de su profesión, a terceros que demandan sus servicios.
Los autónomos destinan el tiempo de su jornada laboral en función de las necesidades de sus clientes y de las suyas propias, alejándose de rutinas, oficinas y horarios.
Los trabajadores autónomos (freelancers en inglés) poseen una amplia libertad para fijar los horarios en los que desempeñará su trabajo, por lo que está destinado a personas que sepan administrar muy bien su tiempo, y posean una fuerte disciplina para cumplir sus obligaciones.
El trabajo de un autónomo se presupone mejor retribuido que el de un empleado, pero no posee seguro médico u otras garantías. Tampoco debe el empleado preocuparse por conseguir nuevos clientes o mantener las relaciones laborales entre ellos, cosa que el trabajador por cuenta propia sí deberá realizar.
Ser empleado o trabajador autónomo siempre dependerá de la forma de ser de cada uno, lo que a una persona puede parecer una ventaja, a otra le parecerá una desventaja ciertos temas como la gestión del tiempo o la inestabilidad a largo plazo comparado con un empleo fijo.