En este artículo, trataremos de explorar a fondo la multa por anular filtro de partículas. ¿Es legal hacerlo? ¿Realmente es buena idea? Veamos a fondo qué ventajas presenta anular este filtro y a qué desventajas o problemas podemos enfrentarnos al hacerlo. Comencemos.
Contenidos:
El filtro de partículas, una innovación crucial en la industria automotriz, juega un papel esencial en la reducción de las emisiones contaminantes, particularmente en los vehículos diésel y, cada vez más, en los de gasolina. Estos filtros, también conocidos por sus siglas FAP o DPF, se sitúan en el sistema de escape y tienen la función de capturar y almacenar partículas sólidas como el hollín resultante de la combustión del motor. Con el tiempo, estas partículas acumuladas se eliminan a través de un proceso denominado regeneración, el cual requiere alcanzar temperaturas elevadas para quemar el hollín y convertirlo en ceniza menos nociva.
Existen principalmente dos tipos de filtros de partículas: aquellos que requieren un aditivo para facilitar la regeneración a temperaturas más bajas y los que no, aprovechando el calor del motor para alcanzar las temperaturas necesarias para la regeneración sin aditivos adicionales. Este sistema ha sido fundamental para cumplir con las estrictas normativas sobre calidad del aire, como la Euro5 y Euro6, las cuales han hecho obligatorio su uso en vehículos nuevos para disminuir la contaminación atmosférica.
Un filtro obstruido puede causar una pérdida de potencia en el motor y, eventualmente, averías más graves. Los especialistas sugieren que en vehículos con más de 180.000 kilómetros, podría ser aconsejable reemplazar el FAP, ya sea por uno nuevo o por uno reciclado y reacondicionado que cuente con garantía.
Desde un punto de vista técnico, anular el filtro de partículas podría parecer una opción para evitar averías o mejorar el rendimiento del motor, pero en realidad, puede desencadenar un incremento en la emisión de partículas finas y gases nocivos, contribuyendo de manera negativa al medio ambiente. Además, esta práctica puede afectar adversamente la eficiencia y la durabilidad del motor y otros componentes del sistema de escape a largo plazo.
A medida que un vehículo acumula kilómetros, su filtro de partículas (FAP) se llena de carbonilla, requiriendo una regeneración donde se calienta hasta aproximadamente 900 grados para limpiarlo, descomponiendo las partículas en sustancias menos nocivas. Los coches que mayormente circulan en la ciudad pueden experimentar fallos en este proceso, acumulando excesiva carbonilla y provocando problemas de rendimiento o incluso la imposibilidad de arrancar, necesitando potencialmente reemplazar el FAP, lo cual puede variar entre 500 y más de 2000 euros.
No. Anular el filtro de partículas no es legal, por varios motivos.
La anulación del filtro de partículas en un vehículo podría encuadrarse en varias categorías de infracciones según la Ley sobre Tráfico, Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad Vial, dependiendo de la interpretación específica de las normativas y cómo se apliquen a este caso concreto. Vamos a revisar las posibles infracciones aplicables:
La sanción específica dependerá de cómo las autoridades interpreten la anulación del filtro de partículas en el contexto de las regulaciones existentes.
Por otro lado, la normativa Euro V y Euro VI exige que todos los vehículos diésel matriculados a partir de enero de 2011 estén equipados con un filtro de partículas en buen estado y funcionamiento. Durante la Inspección Técnica de Vehículos (ITV), se realizan pruebas específicas para asegurar que este componente funcione adecuadamente y cumpla con los estándares de emisiones establecidos. La manipulación o eliminación del filtro de partículas es detectable por los técnicos de la ITV y se considera una infracción grave.
Desde mediados de 2018, con la introducción de nuevas regulaciones para la Inspección Técnica de Vehículos (ITV), las modificaciones o la eliminación del FAP son detectables mediante diagnóstico electrónico, lo que resultaría en el fallo de la ITV. Además, la legislación actual prohíbe explícitamente esta práctica, pudiendo acarrear multas significativas para los talleres que ofrezcan este servicio y para los propietarios de los vehículos.
Ya en el año 2015, la Federación Española de Empresarios de Talleres de Automoción (CONEPA) emitía un comunicado indicando que esta práctica era ilegal, y solicitando a los talleres y empresas asociadas informar mejor al cliente sobre este aspecto y las repercusiones que puede tener, ya que estos dispositivos son exigidos a nivel europeo para cumplir la normativa para proteger el medio ambiente.
Además, existen aseguradoras que anulan la cobertura de sus seguros de automóvil si se comprueban la realización de modificaciones no reglamentarias, por lo que también nos puede salir muy caro si tenemos algún accidente, sobre todo a la hora de reparar daños a terceras personas.
Anular el filtro de partículas (FAP) e intentar pasar la ITV con este componente modificado o eliminado es bastante complicado. Durante la ITV, se realizan pruebas específicas para verificar el correcto funcionamiento del FAP. Si se detecta que ha sido anulado o manipulado, el vehículo no superará la inspección, resultando en la imposibilidad de circular legalmente por las vías públicas.
Sin embargo, si el vehículo no es muy nuevo y no puede someterse a las nuevas pruebas electrónicas, puede ser que pueda pasar la ITV con el filtro de partículas anulado, ya que sí que es posible superar la prueba de opacidad de los gases de escape.
Decidir entre reemplazar o anular el filtro de partículas (FAP) de un vehículo diésel requiere tener en cuenta aspectos tanto económicos como medioambientales y legales. Aunque la anulación del FAP puede mejorar teóricamente la eficiencia y el rendimiento del motor, anular el filtro de partículas es ilegal en España y podrías enfrentarte a multas y otros gastos en reparaciones si te detectan con la modificación realizada.
En la actualidad, reemplazar el filtro de partículas es más caro que anularlo, pero la garantía del coche se mantiene, disminuyen los riesgos de fallo técnico o averías a largo plazo, y quizá lo más importante, está dentro de la legalidad.
La limpieza del FAP es otra opción, utilizando métodos que van desde aditivos en el combustible hasta procedimientos más complejos en talleres especializados, como la limpieza térmica o con ultrasonidos, que pueden ser más efectivos pero también más caros.
Eliminar el Filtro de Partículas (FAP) de un vehículo se realiza en dos fases: la primera es electrónica, donde se reprograma el sistema del motor para que no reconozca el FAP, deteniendo la regeneración y evitando alertas de mal funcionamiento. Herramientas como MPPS, Galleto, Ecusafe, o Winols son usadas para esta reprogramación, lo que requiere cierta habilidad técnica y conocimiento del sistema.
La segunda fase es mecánica, donde se desmonta físicamente el FAP, se vacía su contenido y se vuelve a montar en el sistema de escape, haciendo que se convierta solo en un conducto. Esta intervención no altera la apariencia externa del sistema de escape, lo que podría dar la impresión de que el vehículo permanece sin modificaciones.
No obstante, volvemos a reiterar que, aunque el hecho de anular el filtro de partículas no sea aparentemente visible, no significa que la Guardia Civil, el SEPRONA o al pasar la ITV no puedan detectarlo.
🤔¿Tienes alguna duda? ¡Consulta con nuestro abogado ambiental gratis gracias a la IA!
La multa por anular filtro de partículas en un vehículo, de acuerdo con el Código de Circulación español, se determinaría en función de si la infracción es considerada grave o muy grave. La anulación del filtro de partículas podría interpretarse principalmente como una infracción por circular con un vehículo que incumple las condiciones técnicas reglamentariamente establecidas.
Además, es importante considerar que el importe de la multa podría incrementarse hasta en un 30% en función de diversos factores, como la gravedad y trascendencia del hecho, los antecedentes del infractor, la reincidencia, el peligro potencial creado tanto para el infractor como para otros usuarios de la vía, y el criterio de proporcionalidad (Artículo 81).
Estas cifras son las multas base establecidas por el Código de Circulación, pero la sanción específica podría variar dependiendo de las circunstancias concretas del caso y la interpretación de la autoridad competente. Además, podría haber repercusiones adicionales, como la afectación a la validez de la Inspección Técnica de Vehículos (ITV) del vehículo, que requeriría rectificar la modificación para pasar una nueva ITV.
Anular sistemas como el DPF, EGR, o AdBlue en vehículos diésel puede generar un debate significativo, especialmente en España donde la legislación y la conciencia ambiental juegan un papel importante. A continuación, se presentan argumentos tanto a favor como en contra de esta práctica, basados en fuentes recientes.
Argumentos a Favor de la Anulación
Argumentos en Contra de la Anulación
Es evidente que anular estos sistemas puede ofrecer algunos beneficios a corto plazo, como una mejora en el rendimiento del motor o una reducción en los costos de mantenimiento. Sin embargo, los riesgos asociados, especialmente en términos de legalidad, impacto ambiental, y la posibilidad de enfrentar problemas técnicos significativos, deben ser cuidadosamente considerados.
Cualquier decisión de modificar el vehículo de esta manera debe ser tomada con plena conciencia de las implicaciones y, preferiblemente, consultando con profesionales especializados que puedan ofrecer una guía acorde a la legislación vigente y las mejores prácticas ambientales.
Por favor. Si te ha ayudado, ¡compártelo! 💞
Resuelve tus dudas legales gratis 💬