El delito de chantaje es muy antiguo, y ha ido evolucionando hasta nuestros días gracias a las nuevas tecnologías. En este artículo te damos toda la información para que conocerlo a fondo.
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Un chantaje es una amenaza de difamación pública, donde una persona advierte a otra con causarle un perjuicio compartiendo hechos de su vida personal, familia o círculo social a cambio de conseguir una recompensa, dinero u otro tipo de beneficio. Se trata de un delito muy frecuente, estrechamente vinculado con el delito de amenazas y al de extorsión, y que también puede acompañarse de injurias o calumnias.
Se realiza una presión sobre la persona chantajeada para conseguir que actúe de una determinada manera. Es un tipo penal cualificado del delito de amenazas, estableciéndose un castigo distinto
Se encuentra regulado por el Código Penal, en los apartados segundo y tercero del artículo 171, aunque el término expreso no es mencionado:
Tampoco se menciona el chantaje emocional que tiene lugar en relaciones interpersonales.
El bien jurídico que se protege es el de la libertad de la persona, así como su tranquilidad a la hora de desarrollar su vida de forma normal. El delito de chantaje altera dicha libertad, cohibiendo la libertad de acción del chantajeado.
El artículo 171.2 CP establece penas cuya duración puede oscilar entre los dos y los cuatro años, dependiendo del caso. La pena de este delito puede variar dependiendo de si existe amenaza condicional o no, y en caso de que exista, si el delincuente ha conseguido el propósito que perseguía con el chantaje (penas de uno a cinco años de cárcel) o si por el contrario no lo ha conseguido (prisión de seis meses a tres años).
Si estás pensando poner una denuncia, lo mejor en estos casos es hablar con un experto legal que te asesore, ya que es un delito que suele identificarse con el de amenazas o extorsión, la mejor opción es que un abogado analice cada situación en particular.
Aunque no esté escrito de manera literal en el Código Penal, el chantaje sí es delito en España, tal y como explicamos en este artículo.
La extorsión se lleva a cabo a través de violencia o intimidación, lucrándose de la víctima sin ofrecerle ningún tipo de posibilidad de respuesta.
En cambio, el chantaje se centra en conseguir un beneficio, amenazando al chantajeado si no lleva a cabo lo que se le solicita. Su pena es de 1 a 5 años de prisión.
Las amenazas cuentan con el elemento necesario de que el mal con el que se amenaza esté tipificado como delito en el Código Penal, mientras que en el chantaje no es necesaria dicha condición.
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